A simple vista el
boxeo profesional de toda la vida sólo se diferencia del olímpico en que los
peleadores visten protecciones, pero no es así; existen multitud de
disparidades entre ambas modalidades del noble arte
El cubano Guillermo 'El Chacal' Rigondeaux tiene un laureado palmarés olímpico de amateur, antes de dar el paso hacia su carrera como profesional.
Para empezar, y como es sabido por la inmensa mayoría de los
aficionados a este deporte, el torneo olímpico se lleva a cabo con una serie de
eliminatorias, cuyos cruces determinarán la lucha por las medallas a partir de
las semifinales y la posterior final. En cambio, en el boxeo profesional existe
un campeón (poseedor de un cinturón acreditativo) que es retado por un
aspirante, que consigue esta oportunidad a raíz de un ranking, una trayectoria
y un aval económico que lo respalde a nivel publicitario.
A nivel de apariencia, los boxeadores olímpicos, que en
realidad la mayoría son amateurs que piden a gritos una oportunidad, visten calzonas,
coquilla y camiseta, además del casco y el protector bucal reglamentario. Lo
que más llame la atención de la indumentaria olímpica quizás sean los guantes.
Estos deben de pesar por norma 283.5 gramos y deben tener una franja blanca en
el frontal para que los jueces puedan dictaminar el orden de puntos que consiga
cada peleador a lo largo del combate.
En el apartado de las reglas no suelen variar mucho. En el
caso del tiempo, los round del boxeo olímpico son más cortos, debidos a la
saturación de combates que se disputan a lo largo de los Juegos. Así que los
asaltos olímpicos duran 2 minutos, mientras que los del boxeo profesional duran
4.
En las puntuaciones cuentan los impactos en el casco y el
abdomen con la franja blanca de sus guantes. En estos casos se suele prestar
más atención al apartado de ganador por puntos, ya que la vía del nocaut es muy
difícil que se produzca debido a las múltiples protecciones que llevan los
pugilistas. El árbitro puede parar la pelea si un boxeador rebasa a su contrincante
en un máximo número de puntos. Es decir, en los Juegos Olímpicos, si un
boxeador se distancia en más de 29 puntos a lo largo de la pelea de su
oponente, el árbitro le proclamará ganador de inmediato.
En el boxeo olímpico se divide a los boxeadores por colores
para hacer más fácil la tarea de los jueces. Cosa que no ocurre en los combates
profesionales donde los boxeadores pueden elegir que calzón ponerse. A la hora
de que se adjudiquen puntos, tres de los cinco jueces tienen que coincidir a la
hora de pulsar un botón cuando se realice el impacto con un intervalo inferior
a un segundo.
Fuentes: www.laescuelaboxeo.com;
www.12asaltos.com